El ruido también contamina y es reconocido como un contaminante controlable que puede ceder a la tecnología de reducción
El ruido creado por el ser humano es perjudicial para nuestra salud y para el bienestar de todos nosotros. Los medios de de transporte son los peores contaminantes, como los aviones, los trenes, los autobuses, los camiones los coches y las motos, todo esto produce un ruido excesivo.
También el equipo para la construcción, como por ejemplo, martillos y excavadoras, producen contaminación acústica sustancial.
La intensidad del ruido se mide en decibelios
En la década de 1970, la Administración de Seguridad y Salud comenzaron a tratar de reducir el ruido en el trabajo. La financiación de estos esfuerzos y los esfuerzos locales similares fue severamente cortada en la década de 1980, y la aplicación se convirtió en insignificante.
Las personas pueden tomar muchas medidas para protegerse de los efectos nocivos de la contaminación acústica. Si no tienes más remedio que estar cerca de los sonidos fuertes, puedes protegerse sus oídos con protectores auditivos (por ejemplo, tapones para los oídos u orejeras). Hay varias estrategias para la lucha contra el ruido en su hogar, escuela, lugar de trabajo y en la comunidad.
El ruido por encima de un determinado volumen (60 decibelios) afecta no sólo el bienestar, sino también la salud de los ciudadanos. Además de las medidas correctivas aplicables a algunas fuentes de ruido. En el 2002 la Unión Europea adoptó una Directiva que establece un enfoque comunitario de la gestión y evaluación del ruido ambiental con el fin de proteger la salud pública.
La contaminación acústica no sólo causa molestias sino que también conduce a los impactos adversos sobre la salud como el aumento de la presión arterial, discapacidad auditiva, trastornos neurológicos que incluso puede frenar el desarrollo de la capacidad mental de los niños.